En esta obra sobre papel, Martí Zaro representa un portalón de cualquier lugar , de cualquier ciudad, un rincón escondido y encontrado en cualquiera de sus viaje. Viajes de vida que llegan hasta espacios recónditos de nuestra memoria. Recuerdos antiguos, históricos y vitales.
El interés reside en el juego de luces y sombras que configuran una composición abstracta y geométrica, geometrías, que a su vez, componen una perspectiva que le otorga una profundidad inquietante.
El medio consigue unas transparencias sutiles , luminosas y colores intensos de una plasticidad casi metafísica.
Una vez mas Martí Zaro vuelve a buscar la belleza en la sencillez.